martes, 9 de julio de 2013

Henri Dunant, un merecedor del Premio Nobel de la Paz

Publicado por Chinaberry! en 23:10
A continuación compartiré con ustedes mi texto argumentativo correspondiente.Yo elegí a Henri Dunant quien ganó el Premio Nobel de La Paz en 1901.

PRIMER BORRADOR:

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Jean Henri Dunant


Nació el 08 de mayo de 1828 en Ginebra Suiza; fue un hombre de negocios suizo, filántropo y activista en favor de la causa humanitaria, cuya labor fue reconocida internacionalmente con el primer Premio Nobel de la Paz que compartió con Frédéric Passy en 1901.

Proviene de una familia muy piadosa y caritativa. Sus padres enfatizaron el valor del trabajo social, siguiendo el ejemplo de su progenitor que era muy activo ayudando a huérfanos y presos liberados, mientras que su madre  trabajaba con los enfermos y los pobres, siendo ésta quién le hizo consciente de sus deberes humanitarios y sociales.

Dunant creció en el período del despertar religioso conocido como el Réveil, y a los dieciocho años se unió a la Sociedad Ginebrina de las Almas. Al año siguiente, junto a unos amigos, fundó la llamada «Asociación del Jueves», un grupo de jóvenes que se reunían para estudiar la Biblia y ayudar a los pobres y pasó mucho de su tiempo libre ocupado en visitas a la prisión y trabajo social.

Participó activamente en la fundación de la Alianza Mundial de Asociaciones Cristianas de Jóvenes (Y.M.C.A. por sus siglas en inglés) cuyos delegados se reunirían, cada año, en otro país de acuerdo a un turno establecido. Convencido de que a través del deber religioso se podría ser capaz para triunfar en los negocios y así poder usar ese talento y riqueza en favor de los necesitados.

De esta suerte, la primera de dichas conferencias tuvo lugar en París en Agosto de 1855.

Dunant aportó una contribución valiosa para que la Y.M.C.A. se convirtiera en el poderoso movimiento mundial que es hoy.

En 1859, mientras intentaba reunirse con Napoleón III para exponerle los problemas de sus negocios en Argelia, contempló el campo de batalla de Solferino después del enfrentamiento de los ejércitos austriaco y franco-piamontés que combatían en la guerra de unificación italiana; impresionado por aquel espectáculo de horror y por la ineficacia de los servicios sanitarios de la época, escribió "Un recuerdo de Solferino" libro que publicaría en 1862 cuando regresa a Ginebra. En donde expondría la necesidad de crear un cuerpo de ayuda sin banderías y totalmente neutral que asista a los soldados. Acto seguido lo distribuiría el mismo entre diversas personalidades y autoridades de la Europa de aquel tiempo para promover su idea en el que reclamó la constitución de un cuerpo de voluntarios para socorrer a los heridos de guerra que más tarde conduciría a la creación del Comité Internacional de Socorros a los Militares Heridos (futuro Comité Internacional de la Cruz Roja) siendo miembro de dicho Comité y asume su secretariado. Desde entonces se hace célebre y es recibido por los jefes de Estado, los reyes y los príncipes de las cortes europeas.

En 1864, la Convención de Ginebra fue adoptada en base a algunas de los postulados humanitarios de Dunant. Además de ser el creador del botiquín o maletín de primeros auxilios.


Por iniciativa de Dunant, en Febrero de 1875 se inaugura en Londres un congreso internacional para " la abolición completa y definitiva de la trata de negros y el comercio de esclavos" siendo un gran logro para la época.

La dedicación por esta causa humanitaria le llevó a descuidar sus negocios, quedando totalmente arruinado en 1867; tras unos años de gloria pasajera, teniendo que dejar su cargo como presidente de la Cruz Roja y abandonar temporalmente Suiza siendo perseguido por múltiples deudores y pidiendo ayuda a Napoleón III, el cual le prestó apoyo. Aún así, no le fue de gran ayuda y tuvo que exiliarse en Inglaterra.

En sus últimos años de vida, sufrió depresión y paranoia sobre persecución por sus acreedores. Hubo incluso días en los que Dunant insistía que el cocinero de la residencia probara primero su comida ante sus ojos para protegerlo de un posible envenenamiento. Aunque siguió profesando creencias cristianas, en sus últimos años rechazó y atacó el calvinismo y la religión organizada en general. De acuerdo con sus cuidadoras muere 30 de Octubre de 1910.

El Premio Nobel de la paz fue otorgado conjuntamente a Henry Dunant y a Frédéric Passy, rindiendo así homenaje a dos aspectos conjugados de la lucha contra la guerra, la atenuación de sus efectos mediante la institución del Movimiento de la Cruz Roja y la abolición de sus causas mediante la propagación de ideas pacifistas. Era la primera vez que se otorgaba esta prestigiosa distinción. La segunda mitad del siglo XIX fue testigo del desarrollo de sociedades para la paz y de organizaciones humanitarias. Podemos imaginar el aprieto en que se vio el comité del Parlamento noruego, encargado de otorgar el premio, ante la cantidad y la calidad de los candidatos, que por distintas razones, habrían merecido ser galardonados. El Comité Internacional de la Cruz Roja también se presentó, a título colectivo, el mismo año que Henry Dunant; mientras que Gustave Moynier presentó a su vez su candidatura durante los años siguientes.

Del hombre peculiar de Ginebra, cuya visión casi fue demasiado grande para su propio bien, nació un movimiento que hoy se extiende por todo el mundo; que ha llegado a millones de personas; que presta socorro por igual a civiles y a militares: una realidad aún más pode rosa que el sueño de Dunant queda demostrado con el Día Mundial de la Cruz Roja celebrándose todos los años en su cumpleaños en conmemoración de este gran hombre.


Frases De Henri Dunant

“La gente común no tiene historia: perseguidos por el momento presente, no pueden pensar en preservar la memoria del pasado”.


“De su unión, nace la fuerza que, para miles y miles de personas ha sido, en las más graves circunstancias de calamidad: salvación, alivio, consuelo”





Tumba del recordado Henri Dunant .

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